Hay personas que despiertan tanta fascinación como rechazo, que te atraen como un imán y a la vez te dan miedo y algo te dice que es mejor permanecer lejos de ellas. Esta es la historia de una de esas personas. Se llama Ben, y a lo mejor has oído hablar de él. De hecho, esta historia comienza en un funeral. El muerto no llegaba a los 24 años y ha sido asesinado. Unos tíos que lo odiaban decidieron matarlo a golpes. A su despedida solo han venido ocho personas. ¿Qué queda de aquellos a quienes quisimos cuando han muerto?
Nosotros. Quedamos nosotros. Nuestra memoria, nuestros recuerdos. Lo que hagamos con ellos.
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Actividades para la clase
Estrategias de animación a la lectura