Originario de Grecia e inglés de adopción, el capitán Constatntin Phaulkon recorre como comerciante todo el sur de Asia, con veinticinco años llega a Siam, reino anclado en sus tradiciones y de magnificencia comparable a la de China. Ayudado por su carisma y sus artes diplomáticas, sorteará conjeturas e intrigas palaciegas, y logrará hacerse tan indispensable en la corte que acabará siendo elegido primer ministro del reino.