Un maravilloso regalo inesperado para los innumerables lectores de García Márquez.
Cada mes de agosto Ana Magdalena Bach toma el transbordador hasta la isla donde está enterrada su madre para visitar la tumba en la que yace. Esas visitas acaban suponiendo una irresistible invitación a convertirse en una persona distinta durante una noche al año. Escrita en el inconfundible y fascinante estilo de García Márquez, En agosto nos vemos es un canto a la vida, a la resistencia del goce pese al paso del tiempo y al deseo femenino.
En agosto nos vemos
se encontraba entre los papeles depositados en el Harry Ransom Centre hasta que, con la idea de conmemorar los diez años del fallecimiento del Nobel colombiano y tras releer la obra, la familia concluyó que tiene «muchísimos y muy disfrutables méritos y nada que impida gozar de lo más sobresaliente de la obra de Gabo: su capacidad de invención, la poesía del lenguaje, la narrativa cautivadora, su entendimiento del ser humano y su cariño por sus vivencias y sus desventuras, sobre todo en el amor» como dicen los hijos en el prólogo.
«En agosto nos vemos es también otra prueba irrefutable de su talento, dedicación y amor por la literatura. Es una obra imprescindible. El broche final a una carrera y una vida únicas». Juan Cruz, El Periódico