Autor: FRESAN, Rodrigo (Argentina), ISBN/EAN: 9788483100097 Precedida de la buena acogida de la crítica y del público argentinos, llega a nosotros la primera novela de Rodrigo Fresán, autor hasta ahora de libros de cuentos, y ya reconocido en su país por su capacidad de «d...
Categoría: Autores/as latinoamericanos/as
Autor FRESAN, Rodrigo (Argentina)
EAN/ISBN: 9788483100097
Incorporado en el catálogo: 14/10/2007
Formato: No definido
Autor: FRESAN, Rodrigo (Argentina), ISBN/EAN: 9788483100097
Precedida de la buena acogida de la crítica y del público argentinos, llega a nosotros la primera novela de Rodrigo Fresán, autor hasta ahora de libros de cuentos, y ya reconocido en su país por su capacidad de «dotar a la gente joven de una mitología literaria compatible con la era del rock y otras variaciones existenciales», según el crítico de La Nación de Buenos Aires. No en vano, la prestigiosa editorial francesa Gallimard acaba de adquirir sus derechos de traducción.
Un lunes por la mañana Federico Esperanto -músico de treinta y cinco años, atormentado, entre otras muchas cosas, por el estigma de su apellido y la imagen de James Dean- intuye que la semana que está por afrontar va a ser «una de esas semanas». Y no se equivoca. A lo largo de siete días tan trágicos como risibles, Esperanto sufre su pasado, padece su presente y, quizá, consiga atrapar esas canciones fugitivas que le prometen un futuro mejor. Fresán no sólo nos presenta a un «héroe» entrañable -acompañado de una galería de freaks que incluye a un gigantesco publicitario obsesionado por sus secreciones corporales, una top-model con delirios místicos, un joven zombie ídolo de la televisión, un guerrillero lisérgico, un tío inflamable y estudioso de las ciencias ocultas, un psicoanalista más que paciente y un disco-militar genocida-, sino que explora los vicios y las gracias de un país sacudido entre las sombras de un lúgubre pasado reciente y la histeria encandilante de la modernidad.
El personaje de Federico (¿acaso el propio Fresán?) plantea aquí la discordia entre las generaciones. No hay remedio: él también nota el paso del tiempo; él también va camino de la madurez y, por qué no, de la muerte…